19.06.07 - AMÉRICA LATINA
La sangre de la economía china pasa por América Latina
*
Adital -
China está creciendo a un ritmo vertiginoso, y con eso aumenta su
demanda de materias primas y de energía, en un país cuya población
estimada es de 1300 millones de personas. Según estadísticas, la
importación de petróleo a China se elevó de 20 millones de toneladas en
1996 a 150 millones en el año 2005, estimando que para el 2010
importará el 56% de su consumo, colocándola luego de Estados Unidos. En
este contexto, la competencia por los mercados se intensifica, por lo
que las inversiones y los proyectos chinos están comenzando a poner el
ojo en aquellos proveedores de petróleo potenciales, tales como África
y América Latina.
En este marco, la política de inversión fue puesta en marcha por las
dos principales petroleras Chinas. Por un lado, China National
Petroleum Corp (CNPC), quien realizó el descubrimiento de petróleo en
la Selva Norte de Perú. El interés en territorio latinoamericano se
expresa en la probable participación de la subasta convocada por
Perupetro, de los lotes 103-33 principalmente, cuya etapa final se
realizará en Julio. Por otra parte se encuentra la China Petroleum and
Chemical Corp (Sinopec) que participó en el consorcio "Andes Petroleum"
y compró por 1.420 millones de dólares los activos en Ecuador de la
petrolera canadiense Encana y un año más tarde constituyó otro
consorcio con la compañía india ONGC Videsph para invertir 850 millones
de dólares en una participación del 50 por ciento en el capital de
Ominex de Colombia, subsidiaria de la norteamericana Ominex Resources.
De acuerdo al semanario británico "The economist", ambas
petroleras han llegado a acuerdos para la constitución de joint
ventures con compañías estatales como la brasileña Petrobras y han
firmado un memorándum de entendimiento en relación con el gasoducto que
unirá el noreste y el sureste del Brasil y que podría en un futuro
conectar con el proyectado Gasoducto del Sur, que unirá a Venezuela,
Brasil y Argentina. El gasoducto tendría una longitud aproximada de
8000 kilómetros de largo, con un gasto millonario de inversión.
Asimismo, el gasoducto Brasil Bolivia y el que unirá a Argentina y
Bolivia permitirá a este último país conectar con Gasur, de modo que
China tendrá acceso a las grandes reservas de gas bolivianas. A esto se
le suman los acuerdos que CNPC ha firmado con Petróleos de Venezuela y
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos: un contrato de 350
millones de dólares para invertir en 15 campos petrolíferos con
reservas probadas de un millón de barriles en el estado de Anzoategui,
y 670 millones de dólares en proyectos de gas natural.
CNPC también acordó una sociedad de riesgo compartido con la empresa
estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para desarrollar campos
petrolíferos en la franja del río Orinoco. Estos acuerdos se los debe
entender en un marco de política exterior del actual presidente de
Venezuela, que su rechazo hacia Estados Unidos, lo ha llevado a
anunciar que reduciría las ventas del crudo, que actualmente implican
un 60% de sus exportaciones. Esta actitud, es aprovechada por China,
que se ha convertido en una de las relaciones más sólidas y millonarias
con América Latina. Pero como no todo lo que reluce es oro, se debe
tener en cuenta, que China ha tendido a priorizar la mano de obra
nacional, suponiendo entonces que grandes flujos de capital extranjero
no estarían aparejados un crecimiento a nivel de empleo.
* Observatorio de Empresas Transnacionales
|