Indígenas globalizarán su
resistencia: Foro Latinoamericano
SIEC. Actualidad Étnica,
Valledupar / Cesar, 17/07/2008. Con
las esperanzas puestas en fortalecer la resistencia indígena frente a
las políticas económicas de exploración, explotación y extracción de
recursos naturales los pueblos indígenas de Colombia y Latinoamérica
denunciaron el daño inmenso que han causado las empresas
transnacionales a sus comunidades, y acordaron crear una alianza
continental de resistencia frente a las mismas.
Autoridades,
dirigentes y comunidades indígenas se reunieron en le Foro
Latinoamericano para socializar sus experiencia de afrontación y
resistencia frente al conflicto con las multinacionales en cada uno de
sus países, y las afectaciones que las empresas mineras, petroleras,
madereras y todo los grandes megaproyectos han causado a los indígenas.
El evento fue organizado
por la Coordinadora
Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI, y la Autoridad
Nacional de Gobierno Indígena, ONIC, se realizó en
Valledupar capital del departamento del Cesar, el pasado 17 de julio.
El
Foro tuvo dos propósitos: uno reflexionar y socializar con respecto a
la situación que los pueblos indígenas de América Latina han tenido
frente a las políticas de las transnacionales en sus territorios y el
segundo propósito es indicar criterios y propuestas para construir una
agenda continental de resistencia frente a las transnacionales y
multinacionales; enfrentar entre todos ese fenómeno que hoy les agobia.
Cada
una de las organizaciones y pueblos indígenas del continente que
asistieron al Foro expusieron sus problemáticas con las empresas y
también sus procesos de resistencia frente a éstas para preservar los
recursos naturales y defender a sus comunidades. Colombia, Perú, Chile,
Ecuador, Argentina fueron entre otros los países presentes.
Cada
país presentó casos puntuales que demuestran lo mismo: la violación a
los derechos humanos, la persecución política, la contaminación, la
esterilización de la tierra y la pobreza en sus regiones.
En
Colombia se denunció principalmente a las empresas petroleras, mineras,
madereras y los megaproyectos como el caso del Puerto de Dibulla, la
construcción de represas como Besotes y Urra, entre otras, que han
afectado profundamente a las comunidades indígenas.
Entre
los daños causados se encuentran: la generación de pobreza, desigualdad
económica, problemas sociales de salud, educación y desempleo,
desplazamiento masivo y selectivo, migración forzada, como es el caso
de los pueblos Motilón Bari y Wayuú que constantemente cruzan la
frontera a Venezuela, en condiciones de refugiados, o los Awá en el
caso de la frontera con Ecuador; así lo denunció Luis Evelis Andrade,
primer consejero de la
ONIC durante su intervención.
Andrade dijo que las
políticas del gobierno han sido contra los pueblos indígenas, en lo
referente a la
Seguridad Democrática,
Seguridad Inversionista Cohesión Social, esto según el dirigente le ha
felicitado la entrada a las multinacionales a los territorios indígenas
afectando a las comunidades y desatando una fuerte persecución y
represión contra las autoridades indígenas que orientan la resistencia
por parte del gobierno y los militares.
La ONIC
denunció que, incluso algunos de sus dirigentes han sido incluidos en
la lista de terroristas por quienes el gobierno ofrece recompensas
Miguel Palacín,
coordinador de la CAOI,
expuso como todos los países latinoamericanos poseen una inmensa
riqueza en biodiversidad y recursos naturales que son muy apetecidos
por las empresas del capital extranjero que los diferentes gobiernos
impulsan y las cuales no generan desarrollo acorde a las necesidades de
las comunidades, sino por el contrario dejan a las comunidades sumidas
en pobreza y les causan graves daño en salud y en aspectos de
convivencia; porque quienes se oponen resultan perseguidos,
criminalizados y judcilaizados por los gobiernos.
Las
experiencias en todos los países son muy parecidas, los pueblos
indígenas se oponen a la expansión de las transnacionales y los
gobiernos responden militarizando la zona y reprimiendo a quienes
lideran los procesos de resistencia.
Tal
es el caso de Colombia “donde los procesos de resistencia frente a los
megaproyectos están permeados por otras políticas como es la
militarización de los territorios indígenas, en donde el pie de fuerza
en el caso de la Sierra Nevada
de Santa Marta, es muy numeroso, según el General Paredes, es de 20.000
hombres para la Costa Norte,
la Sierra Nevada
tiene el 75% de ese pie de fuerza en los territorios cuestión que
afecta directamente a los pueblos indígenas; desplazamiento forzado y
toda la víctimización que han sufrido los indígenas frente al
conflicto, la incursión guerrillera, paramilitar y ahora los
militares”, dijo a Actualidad Étnica Leonor Zalabata, una líder arhuaca
de la región.
Según
esta mujer que ha liderado arduamente la defensa de los derechos
humanos de los indígenas, el gobierno actual de los colombianos ha sido
muy hábil en expandir su política comercial; por un lado a aprovechado
la situación política de los pueblos indígenas y ha sacado provecho en
dos sentidos: por un lado cooptando a los líderes indígenas para
ponerlos de su parte y por otro reprimiendo a través de la
militarización y judicializando a quienes se oponen a los
megaproyectos.
En
casos internacionales las transnacionales también han puesto contra la
pared a los pueblos indígenas, Palacín explicó el Caso del Perú donde
han sido muy fuertes los procesos de resistencia y se han logrado
incluso, parar algunos megaproyectos.
El
caso de Manhatma o Tambo Grande donde se realizó una consulta popular y
el 90% de la población no estuvo de acuerdo con la minería y la empresa
tuvo que parar su producción, sin embargo, aún habiendo ganado esta
batalla 150 dirigentes indígenas tendrán que ir a la cárcel. También
las empresas que explotan cobre en es país, como el caso del Complejo
Metalúrgico de la Oroya
ha afectado la salud de los niños, quienes tienen su sangre contaminada
de plomo.
Palacín
se mostró preocupado pues, el 30% de los niños indígenas del Perú
muestran contaminación de plomo en su organismo. La delegación de Chile
denunció como en su país el Pueblo Mapuche es blanco de persecución
militar por oponerse a las empresas forestales que no solo usufructúan
sus recursos, sino que contaminan el agua con sus desechos.
En
este panorama se mueven los indígenas del continente que deben buscar
medidas efectivas para hacer frente a las multinacionales, empresas
transnacionales y los grandes megaproyectos de infraestructura como el
IIRSA que afectan, según ellos, la vida y el desarrollo de sus
comunidades.
Por
eso los indígenas reunidos en este Foro ven la necesidad no sólo de
enfrentar, sino de buscar salidas y unificarse para resistir frente al
fenómeno de explotación de recursos y frente a los tratados
comerciales, como el TLC y los acuerdos entre el CAN y la Unión Europea,
pues son estos acuerdos los que allanan el camino para que las empresas
multinacionales y trasnacionales puedan operar libremente en todo el
territorio ancestral de los indígenas.
Frente
a este alud de complicaciones y de retos que afrontan los indígenas
mediante el Foro buscaran construir una agenda continental de
resistencia frente a las transnacionales y multinacionales; en palabras
de Jaime Arias, gobernador del Cabildo Indígena Kankuamo, “globalizar
la lucha y la resistencia indígena”, para hacer frente al inmenso
poderío que despliegan las transnacionales y que vulneran los derechos
de los pueblos indígenas.
En entrevista con
Actualidad Étnica Miguel Palacín, indígena del Perú, dirigente de la CAOI
planteó que los indígenas deben pasar de la resistencia a la acción:
“concebir y construir políticas de acción; incrementar los niveles de
participación en gobiernos locales y más allá si se quiere, porque
nadie va a hacer una ley a favor nuestro”.
Palacín
resaltó el caso de Bolivia y Ecuador donde ya existe un marco
democrático “donde hay opciones de participación para los pueblos
indígenas y no como en otros países donde las opciones son para los
otros y no para nosotros”.
El
líder peruano manifestó que otra forma de hacer frente al avance de los
grandes megaproyectos es visibilizando el pensamiento de los pueblos
indígenas: “lo que queremos ahora es que la otra sociedad que copió
nuestro modelo entiendan nuestro proceso.
Hay
que optar, también, por una política que mitigue los impactos de las
transnacionales, que no hay mayores consecuencias; hay que generar
estas políticas de Estado y aquel que no cumpla hay que demandarlo y
judicializarlo, porque a los pueblos indígenas se les ha violentado sus
derechos.
La
criminalización y el asesinato de gente, políticas que implementan los
gobiernos, no son las más apropiadas de un Estado que no debe pensar
sólo en la economía de unos pocos, sino en el bienestar de todos”.
De
este Foro ya salió la propuesta de crear un Observatorio Jurídico a
nivel continental. Este observatorio será un espacio de análisis y de
toma de decisión frente a casos de criminalizacion contra líderes
indígenas.
Palacín
le dijo Actualidad Étnica que el Observatorio busca: “mirar cómo
hacemos la defensa jurídica en los casos que son criminalizados, cómo
analizamos la legislación que nos afecta, cómo es que los tratados y
convenios internacionales como el 169 de la OIT
o la declaración de Naciones Unidas sobre derechos Indígenas no se
cumplen, cómo hacemos para que se incorporen nuestros derechos en las
políticas de Estado que se vienen implementando, cómo es que tenemos
que proteger la pacha mama (madre tierra) y la biodiversidad y qué
acciones tomar para que no se firmen los acuerdos comerciales; ahí esta
la esencia de la cultura indígena, de la resistencia y del pensamiento
indígena”.
A todos estos
interrogantes dará respuesta el Observatorio Jurídico que ya empieza a
construirse.
Palacín se mostró muy
satisfecho con la realización del Foro: “el hecho que como actores nos
unamos es muy interesante”.
También
Leonor Zalabata valoró mucho esta iniciativa a nivel continental: “esta
alianza es muy importante; esta articulación de problemáticas de
propuestas, de ideas, de pensamientos de los pueblos indígenas
latinoamericanos con la solidaridad de muchas organizaciones nacionales
e internacionales contribuye a que la humanidad, también, acompañé la
lucha de los pueblos indígenas por su permanencia y garantizar la vida
de la naturaleza y se siga garantizando que las futuras generaciones
puedan tener espacios libres de infraestructura que han dañado el medio
ambiente y que contribuye al calentamiento global.
Si continuamos así que
estamos conduciendo a la destrucción de la humanidad; la tierra se
destruye y con ella la humanidad”.
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