Repsol pesca crudo en
las profundidades
Fuente: El
País
El pasado 15 de mayo, camino de la V Cumbre
América Latina Caribe-Unión Europea que se celebraba en Lima, José Luis
Rodríguez Zapatero hizo escala en Brasilia para visitar a Luiz Inácio
Lula da Silva. Zapatero, que iba acompañado por Miguel Sebastián,
titular de Industria, intercambió con Lula da Silva impresiones sobre
la realidad de su país, en el que España se ha convertido en el segundo
inversor mundial, con entidades como el Banco Santander, Telefónica y
Repsol YPF como principales motores en la masiva presencia de empresas
españolas.
Zapatero se interesó especialmente por el yacimiento de
petróleo en aguas profundas descubierto por la empresa estatal
brasileña Petrobras con la participación de Repsol YPF, que tiene el
25% del proyecto (British Gas cuenta con el 30%). Lula tuvo la
oportunidad de adelantar al presidente español los resultados de las
últimas investigaciones que auguran que las profundidades del Atlántico
guarden todavía mucho más crudo del anunciado en abril. Su alcance se
mantiene en secreto hasta la confirmación técnica, a pesar de lo cual
se han filtrado ya algunas primicias en medios locales.
En abril se anunció el descubrimiento de petróleo en el
campo denominado Carioca para extraer 33.000 barriles/día, lo que sería
el mayor hallazgo de crudo en 30 años y convertiría Brasil en la octava
potencia petrolera del mundo, por delante de países como Libia y
Nigeria.
La noticia provocó que los valores implicados se
disparasen en Bolsa (Repsol subió un 17,34% en Wall Street y un 9,1% en
España, y sus accionistas, Sacyr y Criteria, brazo industrial de La
Caixa, con un 12% y un 2,6%) y que las Comisiones de Valores de los
países respectivos abriesen de inmediato investigaciones para comprobar
si algunos iniciados se habían beneficiado de la información.
El director de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP)
brasileña, Haroldo Lima, recibió críticas por haber adelantado y quizá
magnificado la noticia. No extraña, por tanto, que ahora se guarde un
prudente silencio. Fuentes del grupo español han subrayado que la
información la canalizan las autoridades brasileñas. Algunas fuentes
del mercado de este país sostienen que soltarán la gran bomba
informativa a lo largo del congreso sobre la industria petrolera que
está previsto para este mes en Brasilia y en el que por parte española
participará el director general de Exploración, Nemesio
Fernández-Cuesta.
El campo Carioca fue descubierto en noviembre. Otro
gran descubrimiento, el campo Júpiter, se halla también en la zona de
influencia de Carioca, y no se descarta que haya otros en las
proximidades. Todos ellos en aguas profundas. Carioca está a 273
kilómetros de la costa de São Paulo. Antes del gigantesco hallazgo de
Brasil se conoció otro de gas natural en Perú, también de grandes
dimensiones. Este campo, en el que Repsol tiene el 41%, cuenta con unas
reservas comprobadas que equivalen a dos veces el consumo anual de
España.
Latinoamérica es vital para el grupo. Brasil era una
apuesta firme para el grupo. Al presentar el plan estratégico, su
presidente, Antonio Brufau, manifestó que las aguas profundas de Brasil
era una de sus prioridades. La española es la primera compañía privada
en dominio minero exploratorio en aguas profundas y cuenta con 23
bloques. Ahora parece que su apuesta ha dado su fruto, aunque Brufau
esté con el alma en vilo esperando confirmar el descubrimiento, y los
accionistas de Repsol (Luis del Rivero, como presidente de Sacyr;
Isidro Fainé, de La Caixa, y Ricardo Fornesa, de Criteria) tengan el
rabillo del ojo en el océano Atlántico.
Miguel A. Noceda
Publicado en El País Negocios, el 1 de junio de
2008.