Gobierno de Río Negro
DE
CARA A LA RENTA PETROLERA, DE ESPALDAS AL PUEBLO
A un mes de la firma del decreto 1071 el
pueblo de Río Negro supo por la prensa que el gobernador Miguel Saiz
había
adjudicado nuevas áreas, aquellas que habían sido ofertadas en la
cuarta ronda
de licitaciones del Plan Hidrocarburífero Provincial. Otra vez las
autoridades rionegrinas actúan de
espaldas de la ciudadanía: desestiman
las objeciones de los pobladores a la exploración –y consiguiente
explotación de hidrocarburos en la Cuenca del Ñirihuau-; no
informan debidamente sus actos, a sabiendas que existe preocupación
al
respecto; desconocen los reclamos de
participación, evitando la convocatoria a audiencia pública y no
haciendo
partícipes a los municipios en decisiones que le competen; dan
información falsa, como la brindada por la subsecretaria de
Hidrocarburos Tamara Pérez Balda, quien afirmó que el decreto no se
había
firmado cuando en realidad esto ya se había consumado la adjudicación.
Otra vez
las autoridades desconocen los derechos de
Pueblo Mapuche, ya que concesiona su territorio sin consulta
previa, libre
e informada, como lo obligan leyes nacionales y tratados
internacionales.
Nuevamente el proceder del Gobierno
rionegrino abre un mar de dudas en torno a la suerte de la Cuenca del
Ñirihuau y los
demás territorios ofrecidos a la explotación de hidrocarburos. Ante los
primeros alertas lanzados por pobladores de la región los funcionarios
provinciales aseguraron que aplicarán estrictas normas de monitoreo y
seguridad
ambiental. ¿Qué garantías de sostenibilidad y sustentabilidad pueden
ofrecer
cuando hasta el momento la falta de transparencia de sus actos ha sido
absoluta? ¿Qué garantías pueden ofrecer cuando, ante las críticas a la
actividad petrolera, evitan responder con responsabilidad y se limitan
a decir
que el interés en Ñirihuau es por el gas? Sin dar cuenta que para
extraer ese
gas deben abrirse caminos, montarse torres de perforación, campamentos,
locaciones, piletas para vertido de lodos y aguas de formación, ductos,
plantas
compresoras, etc. Una infraestructura que impactará negativamente tanto
en lo
social como en lo ambiental y cultural.
De espaldas al pueblo el gobierno
provincial allana el camino para el desarrollo de una industria
extractiva que
se perpetuará por décadas en ese territorio, transformándolo de tal
manera que
anulará otras actividades económicas como la ganadería o el turismo. El
agua,
elemental para la vida, quedará expuesta a la contaminación tanto en
las
andinas nacientes de ríos, donde abunda, como en la meseta y estepa,
donde
escasea. Técnicos de la delegación Bariloche del Departamento
Provincial de
Aguas reconocen que no existen estudios hidrológicos exhaustivos de esa
zona
tan basta como compleja que es la Cuenca Hidrocarburífera del Ñirihuau,
pero el
gobierno igual avanza adjudicándola. Y avanza con el aval de la misma
legislatura
que recientemente rubricó la resolución 74/2008 del Parlamento
Patagónico, la
cual reconoce la importancia de preservar las nacientes de agua.
La Cuenca Neuquina –que comprende a la
provincia de Río Negro- es un claro ejemplo de los costos sociales y
ambientales que genera la explotación de hidrocarburos. Pero estos son
invisibilizados: no se habla del deterioro del agua, suelo y aire,
tampoco de
su incidencia en el incremento de casos oncológicos que se registran en
Cutral
Co, Plaza Huincul o Añelo; menos aún de la pérdida total de la salud en
las
comunidades mapuche Kaxipayiñ y Paynemil. A tal punto se invisibiliza
que el
presidente del CODEMA, Oscar Echeverría, afirmó sin sonrojarse que
desconocía
esos antecedentes. A la vista queda su idoneidad para estar al frente
del
organismo encargado de velar por la preservación del medio ambiente.
Desconocen los costos sociales y
ambientales, no así la pretendida bonanza económica derivada de la
renta. Esa
renta que alimenta la fantasía de los emiratos propios. La gestión que
encabeza
el gobernador Miguel Saiz pretende cumplir ese sueño y apuesta al
desarrollo
del sector energético. Pero producir energía ¿para quién? ¿Para
satisfacer las
necesidades de la población o para garantizar la electricidad que
necesitan las
empresas mineras? ¿Para satisfacer las necesidades de la población o
para
incorporarla al mercado internacional y exportarla?
La quema de combustibles fósiles se
encuentra entre las principales causas del cambio climático, pero el
Gobierno
en vez de proyectarse a futuro, de buscar alternativas energéticas
social y
ambientalmente sostenibles, apuesta al beneficio en el corto plazo,
hipotecando
la calidad de vida de las futuras generaciones.
El Gobierno se proyecta de cara a la renta
hidrocarburífera y de espaldas al pueblo
Noviembre, 2008
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Observatorio Petrolero Sur - OPS
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