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Costa afuera
ARGENTINA
Mirando hacia el mar
Estudios exploratorios entre el paralelo 30 y el
paralelo 60
Walter Adrián Duer, Junio 2009
La apuesta de las
petroleras que operan en Argentina por explorar el mar está en franco
crecimiento: YPF y Petrobras Energía trabajan en conjunto en Cuenca
Malvinas y en el golfo San Jorge, en el marco de un acuerdo mucho más
amplio que abarca las aguas del océano Atlántico entre Porto Alegre y
Tierra del Fuego.
"Me gusta el mar”, entonaba en la década del setenta el cantante
popular argentino Ramón ‘Palito’ Ortega y vendía millones de discos.
Hoy, el mar también tiende a convertirse en una fuente de dinero, pero
desde otro ángulo. Al tiempo que las reservas petroleras y de gas en
tierra registran una caída sostenida, las empresas del sector en
Argentina se están ‘atreviendo’ a dar el próximo paso: el de la
exploración de las aguas del mar Argentino.
En diciembre pasado, los CEO de Petrobras Argentina –Pesa– (Décio
Oddone), y de YPF (Sebastián Eskenazi) se vieron cara a cara y firmaron
una serie de acuerdos de exploración offshore. El más ‘macro’
es el que suscribieron para realizar una serie de estudios
exploratorios en el Atlántico Sur, entre el paralelo 30 (cerca de la
ciudad de Porto Alegre, en Brasil) y el paralelo 60 (al sur de Tierra
del Fuego, en Argentina).
Este interés no es caprichoso: Petrobras detectó yacimientos de
petróleo y de gas más que aceptables frente a las costas de Río de
Janeiro, así como en el norte de Brasil. Si bien existen marcadas
diferencias entre las características geológicas de esa región y las
zonas ubicadas más al sur, el panorama no deja de ser esperanzador.
“Antes, cada compañía salía sola a buscar oportunidades. Ahora vamos
a estudiar juntos y unir nuestros conocimientos para potenciar las
oportunidades y ver si obtenemos más resultados”, declaró Oddone a la
prensa argentina. Las estimaciones indican que un primer pozo offshore
en Argentina requiere una inversión de US$50 millones, cifra que baja
para los siguientes intentos. En una etapa posterior, una campaña de
desarrollo y producción puede superar los US$2.000 millones.
Manos a la obra
Desde el punto de vista concreto, ya se iniciaron dos proyectos.
Por un lado, la ex compañía estatal argentina, hoy propiedad de la
española Repsol, sumó a la empresa de origen brasileño a su proyecto de
exploración en un área del golfo San Jorge, límite marítimo entre las
provincias de Chubut y Santa Cruz. Se trata del bloque CGSJ Marina 01,
de 1320 kilómetros cuadrados de extensión, ubicado a 30 kilómetros de
la costa de Comodoro Rivadavia, una de las ‘mecas’ petroleras del país.
De este trabajo, que incluye la perforación de cuatro pozos a una
profundidad promedio de 100 metros antes de que termine el año en
curso, 67% corresponde a YPF (que además retiene el papel de operador)
mientras que el 33% restante quedó en manos de Pesa. El costo estimado
para estos trabajos asciende a US$120 millones. “De resultar exitosa la
etapa de exploración en una o ambas áreas, la plataforma estará
comprometida por un año más para poder perforar los pozos requeridos
para su posterior desarrollo”, destacaron en su momento fuentes de YPF.
Originalmente, esta concesión pertenecía en exclusiva a YPF que,
incluso, ya trabaja en la realización del primer pozo desde octubre
pasado, dos meses antes de la firma del acuerdo, en el marco de lo que
la compañía denominó “Proyecto Aurora” y que había sido muy bien
recibido por el gobierno argentino. Al incorporar a Petrobras Energía
al proyecto, se logra contar con el conocimiento y la experiencia de
una de las firmas más reconocidas en el mundo en el terreno de la
exploración offshore.
Pero eso no es todo. Estas mismas dos compañías, de la mano de Pan
American Energy (de la inglesa British Petroleum), acordaron también la
exploración y eventual explotación conjunta de los bloques CAA-40 y
CAA-46, ubicados en la Cuenca Malvinas, jurisdicción del mar Argentino,
a más de 200 kilómetros de la Isla de Tierra del Fuego. Según el
contrato, entre los años 2009 y 2010 está previsto perforar dos pozos
exploratorios con una inversión estimada de US$100 millones. Las
perforaciones deberán realizarse en aguas con una profundidad promedio
de 500 metros. De ser exitosa la etapa de exploración, se estima que
habrá significativas inversiones para desarrollar estas reservas
marítimas. En este caso, YPF (otra vez el operador) y PAE quedan con
67% y Pesa con el 33% restante.
Con poca nafta
La reactivación de los proyectos exploratorios offshore
en Argentina se inició en 2006. En noviembre de ese año, Petrobras
Energía mostró sus planes para invertir US$2.400 hasta 2011 para
trabajar en áreas marinas cercanas a la ciudad balnearia de Mar del
Plata, tareas que está desarrollando como operador de un consorcio que
también conforman la estatal Energía Argentina (Enarsa) y YPF, que
implican actividades en profundidades que oscilan entre los 200 y los
3.000 metros, con especial énfasis exploratorio en la línea de los 2000
metros. Unos meses antes, estas mismas tres empresas, junto con
Petrouruguay, habían firmado un acuerdo para explorar dos áreas offshore
en el mar Argentino, con YPF como operador en este caso.
También Enarsa, Enap Sipetrol Argentina (como operador) y YPF
decidieron, en septiembre de ese mismo 2006, explorar, desarrollar y
explotar los yacimientos de hidrocarburos del Área E2, una superficie
de 14.000 kilómetros cuadrados frente a las costas de Santa Cruz y el
estrecho de Magallanes. Vale aclarar que antes de estos dos proyectos,
ninguna compañía estatal argentina estuvo involucrada en exploración offshore
por alrededor de 30 años.
Hasta el momento no abundan los resultados. Como antecedente, está
la tarea hecha por la francesa Total, en conjunto con PAE y
Wintershall, que lograron, en las plataformas Carina y Aries (distantes
a 80 y 40 metros de la costa de Tierra del Fuego, respectivamente) y
con una inversión de US$440 millones, desarrollar yacimientos con una
potencialidad de producción de 8 millones de metros cúbicos diarios de
gas.
Con respecto a los proyectos recientes en Cuenca Malvinas y en el
golfo San Jorge, las empresas involucradas son muy cautas y no
arriesgan resultados. A lo sumo, se ha vislumbrado que ambas son áreas
con mérito exploratorio y que los trabajos ya están avanzados, por lo
que la probabilidad de obtener resultados positivos en el corto plazo
es amplia.
Sin embargo, para descubrir el verdadero potencial que existe en
toda la franja marina paralela al territorio de Argentina, hay que
tener paciencia. “Dentro de cinco años podremos tener certezas de qué
hay en el fondo del mar Argentino”, concluyen fuentes de Petrobras
EnergíA.
Como pez en el agua
Petrobras
es una de las empresas con mayor conocimiento en el mundo en materia de
exploración en aguas profundas y ultraprofundas. La compañía ha
participado de la Offshore Techonology Conference (OTC), el principal
evento de tecnologías para este tipo de tareas, desde 1971, y ha sido
distinguida dos veces con el máximo premio a la innovación que se
entrega allí: en 1992 y en 2001. Además, en 2007 fue galardonado Marcos
I. Assayag, gerente general de Ingeniería Básica del Centro de
Investigaciones y Desarrollo de la empresa, “por su contribución
permanente a la industria del offshore".
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